Bunko es una palabra japonesa que significa conjunto o acervo de libros. En la historia de nuestra asociación, esta palabra hace referencia a pequeñas bibliotecas comunitarias que se abrieron en Japón después de la segunda guerra mundial, para aliviar a las niñas y niños de los estragos de la guerra. Esta idea tan sencilla y necesaria, migró a México en 1991 y se concretó gracias a su creadora la Sra. Kobayashi por parte de Japón y a Rebeca Cerda, que en ese entonces formaba parte de IBBY-México. En 1993 se inauguran los dos primeros Bunkos en México, uno de los cuales es Bunko Papalote en la ciudad de Xalapa, Ver. fundado por la pedagoga Aída Jiménez Orozco.
La idea con los primeros Bunkos es que tuvieran total libertad e independencia para financiarse y crear su propia forma de trabajo con los niños. De ahí que Bunko Papalote (BP) diseñara su espacio físico, su mobiliario y metodología.
Varios años después, una vez asentado el trabajo con las niñas y los niños, tuvimos la visión de ofrecer una opción para los hermanitos de los niñ@s que participaban en los talleres, por lo que en 1998 fundamos una de las primeras bebetecas del país. Esto gracias a la revisión y propuesta específica que hizo la pedagoga Gialuanna Ayora a nuestra metodología base pero ahora enfocada a los bebés y sus papás.
Desde sus inicios el trabajo realizado en BP se ha caracterizado por la reflexividad al interior de su equipo, el balance entre la teoría y la práctica y la necesidad de generar conocimiento. Por ello, en 2002 nos invitaron a publicar el libro “Bunko Papalote y las peripecias con la lectura” como edición conmemorativa de la 13ava Feria Nacional del Libro infantil y Juvenil, Xalapa, Veracruz. En este libro narramos de forma amena nuestras aventuras en el campo de la lectura y los libros y compartimos a través de 15 aprendizajes nuestra experiencia para acompañar a quienes desean dedicarse o enriquecer su labor como formadores de lectores.
El trabajo continuo y constante en los talleres de lectura, nos hizo merecedoras en el 2005 al reconocimiento del Instituto veracruzano de la cultura ( IVEC) , en el marco de la XVI feria del libro infantil y juvenil por nuestro aporte al fomento a la lectura de la cultura de Veracruz. Este hecho fue el punto de partida para reflexionar acerca de, además de promover la lectura y los libros, cuál es el verdadero sentido de nuestro trabajo. Nuestras reflexiones nos llevaron a interesarnos por la investigación social sobre la literacidad (las formas de relacionarnos con la lectura y la escritura) y a abrirnos a compartir nuestro trabajo directamente con otros. Paralelamente nos conformarnos como una asociación civil sin fines de lucro, lo que nos proporcionó la personalidad jurídica necesaria para poder trabajar en colaboración con otras organizaciones de la sociedad civil, naciendo así los programas “LIngorolí” y posteriormente “Leer para transformar”. Con éste último, hemos tenido la oportunidad de trabajar en diferentes contextos socioculturales en colaboración con otras OSC de contextos indígenas, suburbanos y rurales, probando nuestra metodología y apoyando a contextualizarla. De esta experiencia surgen los talleres de literacidad en contextos de diversidad cultural y lingüística.
De 2014 a 2016 diseñamos, elaboramos e implementamos, a solicitud de la fundación C&A y posteriormente fundación Porticus, el Programa “LEHMA, una apuesta por la paz al disfrutar la Lengua, la Historia y las Matemáticas”, que tenía como objetivo central crear condiciones que permitieran a l@s niñ@s relacionarse de manera creativa y significativa con tres campos primordiales del conocimiento (Lengua, Historia y Matemáticas), estimulando su participación, tomando en cuenta sus opiniones y comentarios o ayudándolos a encontrar respuesta a sus inquietudes.
Desde ese tiempo hasta ahora hemos trabajado con el interés de formar individuos atentos a dar sentido al mundo, personas capaces de combinar aquello que leen con lo que construyen como parte de su ser social y cultural; capaces de mirar a los otros y apreciar otros saberes construidos y expresados de formas distintas y a partir de esto participar activamente de una forma reflexiva y creativa. Nuestra última publicación Aprender con los lectores. Experiencias significativas con niños y jóvenes fue publicado en 2015 en la colección Somos Maestros de la editorial SM.
A la fecha seguimos construyendo alianzas y tendiendo puentes con otras OSC para lograr que nuestros talleres promuevan en l@s niñ@s una lectura significativa y propositiva del mundo, el conocimiento de sí mismos, la defensa de sus derechos y la construcción de una cultura de paz.
Promover espacios de diálogo y reflexión a partir del contacto con la literatura, en los que el encuentro creativo y lúdico con los demás, permita a los participantes (bebés, niño@s y jóvenes) una lectura significativa y propositiva del mundo, el conocimiento de sí mismos, la defensa de sus derechos y la construcción de una cultura de paz.
A partir del trabajo con bebés, niñas, niños y adolescentes, en los espacios de diálogo y reflexión, consolidar a BPAC como una organización que se caracterice por promover e inspirar en otr@s, la investigación y reflexión de temas como la participación infantil, la defensa de los derechos de NNA y una cultura de paz para incidir en una transformación social positiva.
Equipo de trabajo
Desde su origen en 1993, con Aída Jiménez Orozco, su fundadora y el equipo inicial conformado por Gialuanna Ayora, Irene de Hoyos, Lupita Queirolo y Alba Manrique, con la asesoría de Rebeca Cerda, Bunko Papalote A.C, se ha mantenido como un proyecto colectivo de mujeres profesionistas de diferentes disciplinas a quienes nos interesa hacer de la lectura un punto de partida para el intercambio de saberes que nos permitan una transformación individual y colectiva. Nos interesa generar espacios en los que las personas puedan conectar con su poder de decisión y acción a través de construir en colectivo una mirada crítica, sensible, responsable, creativa, participativa y transformadora.
Consejo coordinador
Lupita
Queirolo
Gómez
Lupita
Queirolo
Gómez
Descubrí el gusto por las palabras, los libros y las historias desde muy pequeña y han sido una forma de nutrir y acompañar mi vida y una posibilidad de conectar y compartir con los demás.
Gialuanna
Ayora
Vázquez
Gialuanna
Ayora
Vázquez
Me gusta leer con los más pequeños, fundé los talleres de lectura con bebés y su familia en Bunko Papalote A.C. en 1998.
Lupita
Queirolo
Gómez
Lupita
Queirolo
Gómez
Descubrí el gusto por las palabras, los libros y las historias desde muy pequeña y han sido una forma de nutrir y acompañar mi vida y una posibilidad de conectar y compartir con los demás.
Gialuanna
Ayora
Vázquez
Gialuanna
Ayora
Vázquez
Me gusta leer con los más pequeños, fundé los talleres de lectura con bebés y su familia en Bunko Papalote A.C. en 1998.
Testimoniales
Lo que hemos observado en nuestros hijos a partir de Bunko Papalote (ellos llegaron desde los 6 meses de edad) es que , además de descubrir el mundo de los libros, también han aprendido a relacionarse con otros niños, a compartir, a saber esperar su turno, a escuchar a otros, a tener confianza para preguntar y sobre todo, saben que su opinión es valiosa e importante. El ambiente que se propicia favorece la confianza en ellos mismos pues se les quiere y se les apapacha, al tiempo que aprenden que para convivir es importante respetar. Bunko nos enseña que es posible convivir de manera agradable, en libertad, y que las reglas parecen estar implícitas y no impuestas, simplemente los niños entran en ese espacio de convivencia cálido y fácilmente siguen el ejemplo. Ese espacio mismo es un lugar de transformación.
A través de los años, varias personas me han preguntado ¿qué es Bunko Papalote? honestamente, nunca siento que mi respuesta hace justicia a lo que ha significado Bunko Papalote para mí, mis hijos y nuestra familia. A veces contesto “es un espacio donde los niños conocen la lectura”, y casi siempre procede la siguiente “¿les enseñan a leer?” Y contesto “es mucho más que eso, lo tienes que conocer para poder entender qué es Bunko.” Intentaré explicar lo que Bunko Papalote ha sido para mí: una respuesta a una necesidad como mamá, un espacio en donde he encontrado apoyo, comprensión, herramientas educativas, emocionales y culturales. ¿Qué es Bunko? Bunko Papalote ha sido un espacio donde hemos podido integrarnos como familia y conocer mejor nuestra comunidad, donde todos son bienvenidos, donde el común denominador es la imaginación. Bunko Papalote, para nuestra familia, no es solamente una biblioteca, sino un espacio en la semana que aguardamos con alegría y felicidad.
Un día mi hijo de 10 años al llegar de la escuela me platicó que no entendía porque en su salón sus compañeros no podían entender lo importante que era escuchar a los demás, como hacen en Bunko Papalote. Todos sus compañeros hablan al mismo tiempo haciendo un alboroto y haciendo perder el tiempo de clase. Como mamá me sentí positivamente sorprendida de que algo tan sutil como esto permea ya la vida cotidiana de mi hijo y como sus talleres en Bunko aportan no solo a su gusto por la lectura sino también a su formación.
Un proyecto pequeño pero que debiera ser enorme, un proyecto que a través de letras, ilustraciones, arte y voces diversas logra lo que muchos no han podido a través de otros métodos mucho más publicitados: formar seres preciosos, promover la inclusión social, fomentar la paz, desarrollar conciencia sustentable y sobretodo enseñar algo que hoy en día está un poco olvidado que es a vivir en comunidad y en comunión entre todos. He dedicado muchos años de mi vida a estudiar el concepto de sustentabilidad y a intentar que este logre permear en nuestras actuales ciudades y cuando tengo que dar un ejemplo de un proyecto que es idónea para llevar los por momentos abstractos conceptos de sustentabilidad a la vida cotidiana siempre pienso en Bunko Papalote. También pienso en Bunko Papalote cuando tengo que hablar de la importancia de la constancia en los proyectos orientados a la búsqueda de ciudades sustentables o cuando tengo que hablar de proyectos culturales que ayudan a erradicar la violencia. Pero sobre todo pienso en Bunko Papalote cuando mis dos hijos pequeños hablan con tanto gusto de los felices momentos que pasaron ahí los primero años de sus vidas. ¡Gracias Bunko! Como dicen acá en Uruguay: ¡Sos grande!
Creo que Bunko nos ha ayudado a tener una comunicación entre Andrea, Sofía y yo tan diferente, creo que tenemos muchos temas de qué hablar. Eso me maravilla, nunca pensé que pudiéramos platicar de temas tan diversos a sus cortas edades. Eso es algo que yo no viví en casa con mi mamá. Gracias a Bunko Papalote por estar en nuestras vidas. La mamá que más años estuvo con nosotros en Bunko Papalote Morelia.