Lo que hemos observado en nuestros hijos a partir de Bunko Papalote (ellos llegaron desde los 6 meses de edad) es que , además de descubrir el mundo de los libros, también han aprendido a relacionarse con otros niños, a compartir, a saber esperar su turno, a escuchar a otros, a tener confianza para preguntar y sobre todo, saben que su opinión es valiosa e importante. El ambiente que se propicia favorece la confianza en ellos mismos pues se les quiere y se les apapacha, al tiempo que aprenden que para convivir es importante respetar.

Bunko nos enseña que es posible convivir de manera agradable, en libertad, y que las reglas parecen estar implícitas y no impuestas, simplemente los niños entran en ese espacio de convivencia cálido y fácilmente siguen el ejemplo. Ese espacio mismo es un lugar de transformación.

F.D.

Share this: